En Centro Buendía La Sal, la magia de la Navidad no solo se vive en la decoración o las canciones, también se cocina. Este año, nuestros residentes participaron en un encantador taller de cocina con temática navideña que combinó tradición, creatividad y mucha alegría.

Recetas llenas de historia y sabor
El taller fue una ocasión especial para que nuestros residentes compartieran algunas de sus recetas más queridas, muchas de ellas heredadas de generaciones pasadas. Durante la sesión, se prepararon dulces típicos navideños como polvorones, mantecados y unas galletas decoradas que no solo llenaron el ambiente de un aroma delicioso, sino también de recuerdos entrañables.
Entre harina, cacao y almendra, los participantes intercambiaron anécdotas sobre sus celebraciones navideñas de antaño. Estos momentos no solo fueron de aprendizaje culinario, sino también de conexión y comunidad.

Los beneficios de la cocina en nuestros mayores
Actividades como este taller no solo son divertidas, también traen consigo numerosos beneficios para los mayores:

  • Estimulan la memoria: recordar recetas o aprender nuevas refuerza la memoria cognitiva.
  • Fomentan la creatividad: decorar galletas o reinventar una receta da alas a la imaginación.
  • Fortalecen la motricidad: amasar, cortar y mezclar son acciones que ayudan a mantener la agilidad manual.
  • Promueven el bienestar emocional: cocinar juntos genera un sentido de pertenencia y alegría.

En Centro Buendía La Sal, seguimos trabajando para crear experiencias que enriquezcan el día a día de nuestros residentes, y este taller de cocina navideña ha sido un claro ejemplo de ello.